¿Qué vino pedimos?

Lata de vinoCon motivo de San Queremos, he quedado con los amigos  a comer en nuestro restaurante favorito para darnos un pequeño homenaje. Vista la carta de entrantes, primeros y segundos pedimos la de vinos y es inevitable consensuar entre todos los vinos que disfrutaremos en esta ocasión. Bueno para ser franca, si asiste a esta reunión, quien ya sabemos todos, invertimos el orden de comanda, primero elegimos los vinos y en función de estos encargamos la comida. De ahí (¿os suena?) la inevitable pregunta ¿Qué vino pedimos?.

Pues bien esta pregunta tan habitual por estos lares no siempre es así.  En ocasiones, el niño se ha ganado un premio y elige el sitio para comer, estamos de viaje en un país exótico y hartos de la comida típica del país vemos un restaurante de comida rápida y el agujero que tenemos en el estómago mueve nuestros pies en esa dirección o simplemente hay a quién le gusta ir a restaurantes de comida rápida. Y ¿qué oferta de bebidas nos encontramos los adultos? Pues está claro, sabemos que refrescos y cerveza. Ni nos planteamos la elección del vino a disfrutar, eso sí, generosamente, durante la comida. Simplemente no hay opción, ¿O sí?.

Como indica el estudio El gasto en comida rápida 2014, elaborado por  la EAE Business School, debido a su bajo coste, en algunas ocasiones es más económico comer un menú en un restaurante fast food que preparar comida en casa. Según el citado informe, en España  nos gastamos 1.862 millones de euros en este tipo de comida (40 euros por habitante). En realidad, es una de las cifras más bajas de todo el mundo si  comparamos Estados Unidos o China.

Y digo yo ¿que tal si este tipo de establecimientos incrementaran su oferta de bebidas incorporando vino en lata? Si el vino se vendiese en lata, probablemente nos lo encontraríamos más a menudo con nuestra comida chatarra preferida.

Los razones esgrimidas para comercializar el vino en lata son varias:

  • Reducir los costes de envasado. Las latas reducen en un 40% estos costes, lo que en teoría permite ofrecer un vino de mayor calidad al mismo precio.
  • Cuestión de comodidad, una lata se puede transportar más cómodamente y ofrece una cantidad de vino adecuada para dos personas.
  •  Ruta con almuerzo en la montaña.
  • Comida en el lugar de trabajo.
  • Un día de playa.
  • Solteros/as que no quieren abrir una botella para ellos solos.
  • “Botellón”. ¿será una oportunidad para acercar el vino a los jóvenes? ¿Habría que denominarlo” Latón”?

Creo que las situaciones propensas para abrir una lata de vino pueden ser muchas. Evidentemente, no esperaremos un gran vino (esos los seguiremos bebiendo en botella, con su corcho y todo…), pero si un vino aceptable, incluso con denominación de origen.

Y ¿Cómo está el mercado del vino en lata?

La propia Francia se ha lanzado a la producción de vinos con Denominación de Origen, especialmente las genéricas, como por ejemplo Bordeaux / Burdeos bajo la sociedad Winestar, el nombre del dominio «Château de l’Ille», a un precio de 2,5€, y una producción prevista de más de un millón de latas de vino, tinto, blanco y rosado.

En Chile, la viña Elkan lo venderá en packs de cuatro latas a $ 4.990. Cada una costará $ 1.250.

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La bodega australiana Barokes comercializa  dos variedades, el Cabernet Shiraz Merlot, tinto y rosado, y el Chadornay Semillon, blanco y espumoso. Tiene una capacidad de 250 mililitros, equivalente a dos copas de vino, y aseguran que en condiciones óptimas (avaladas por el sistema Vinsafe: un procedimiento mediante el que se sustituye el oxígeno presente en la lata por nitrógeno, que no interactúa con el líquido, con lo que los problemas de oxidación se eliminan) se puede conservar hasta cinco años.Con un precio de 3 euros, se encuentra disponible en varios países, como Estados Unidos y el norte de Europa y recientemente se ha distribuido en supermercados de lujo de Japón.

En Argentina  Jaime Travers lanzó en 2006 Iron Wine en las variedades Chenin Blanc y Malbec Cabernet, para al segmento de jóvenes. En 2004, Francis Ford Coppola sacó en EE.UU. el vino espumoso enlatado Sofía Blanc, en honor a su hija. Es del Valle Napa de California y se vende en un pack de 4 latas, color rosa, a US$ 20.

Union Wine Company de Portland comercializa packs de cuatro latas por $24.00

El Grupo Garvey, en 2007 lanzó  al mercado el primer vino enlatado español, a de 0,80 euros,un vino blanco y otro tinto que provienen de Cavas Hill con la Denominación de Origen Penedés, estos serán ofrecidos en latas de aluminio de 25 centilitros con una imagen que intentará captar la atención de los consumidores jóvenes.

Así que oferta vamos a tener. Por mi parte será un gustazo poder probar este vino en lata. Al fin y al cabo no es excluyente el vino de lata y el de botella. Tenemos ambas opciones y eso siempre es bueno, poder elegir. Pero también es cierto que cuando salga a picar por ahí  seguiré escuchando que ¿vino pedimos? y la respuesta será mejor en magnum. Aunque.. pensándolo bien, si somos muchos mejor una Melchior.